Castrar a mi perro o gato, una decisión difícil
Una de las decisiones más importantes que debemos tomar cuando decidimos incorporar un nuevo miembro a la familia es si lo esterilizaremos o castraremos. Para muchos puede ser una decisión difícil de tomar, por eso esperamos que este pequeño artículo les ayude a tomar la decisión.
Lo primero, será sopesar si queremos o no que nuestra mascota se reproduzca ya que este hecho será clave a la hora de decidir castrarlo o esterilizarla, o al menos sobre cuando hacerlo o si esperar.
Castrar a mi perra
En el caso de las hembras; hablaremos primero de las perras, debemos saber que tienen su primer celo cuando adquieren el 75% de su tamaño adulto, por lo que en el caso de las razas pequeñas suelen presentar su primer celo sobre los 6 meses, mientras que en razas de tamaño grande o gigante este puede aparecer entre los 10 o 16 meses. El celo en las perras es un proceso que se repite aproximadamente cada 6 u 8 meses e implica un sangrado durante 7 a 14 días y un período posterior de unas 3 semanas en las que ellas se muestran receptivas a la monta.
Castrar a mi gata
En el caso de las gatas, pueden presentar su primer celo a partir de los 5 o 6 meses y aunque no aparecen descargas vulvares sanguinolentas, suele manifestarse con notorias vocalizaciones y marcajes indeseados.
Castrar a mi perro o castrar a mi gato
En el caso de los machos, los perros y gatos comienzan a mostrar su desarrollo en torno a los 6 o 7 meses, comenzando con conductas dominantes y de marcaje.
La castración y esterilización pueden evitarnos este tipo de problemas o procesos indeseados, pero no solo esto, también son una fuente de seguridad para nuestras mascotas.
- En el caso de los machos, la castración reduce el riesgo de tumores, patología testicular y prostática, y ayuda a disminuir comportamientos de dominancia asociados a la testosterona.
- En el caso de las hembras, si la esterilización se realiza antes del primer celo se reduce en un 99% el riesgo de tumores mamarios en el futuro, así como la aparición de piómetras y otras patologías uterinas y ováricas. Tan solo en el caso de las hembras de gran tamaño (más de 25 Kg) se recomienda esperar a que tengan el primer celo y esterilizarlas 2 meses después, ya que su desarrollo es incompleto cuando tienen el primer celo y pueden desarrollar en los años posteriores incontinencia urinaria si se las esteriliza demasiado jóvenes.
Aunque pueda parecer un proceso irreversible no siempre lo es. Existen en el mercado implantes subcutáneos que permiten realizar castraciones químicas y que tienen una duración de entre 6 y 12 meses, muy útiles en animales con marcada agresividad o miedo, ya que son matices conductuales que pueden verse acentuados por la castración o esterilización. O para aquellos propietarios que no tienen del todo claro tomar la vía quirúrgica. Aunque en estos casos deben sopesarse los riesgos a largo plazo de forma conjunta con el veterinario de confianza.
En conclusión, como veterinario y con la evidencia científica obtenida, la recomendación hasta el día de hoy es la realización de la castración a partir de los 7 u 8 meses de edad en machos y la esterilización de las hembras antes del primer celo en razas pequeñas y gatas, o tras este en las de mayor tamaño. Estos procesos quirúrgicos son rutinarios y ambulatorios, siendo los riesgos mínimos frente a los beneficios que estos nos ofrecen.