Introducción
La procesionaria es una oruga que se desplaza en fila india, rondando las zonas de pinos, principalmente durante los meses de febrero a abril. A pesar de su pequeño tamaño portan un veneno altamente tóxico frente a nuestras mascotas.
Caso clínico
Historia clínica / Exploración general
Acudió a consulta un perro adulto que presentaba belfos inflamados, ptialismo, lesiones en lengua y úlceras en la mucosa gingival. La propietaria refirió que su mascota había estado en posible contacto con la procesionaria del pino y que presentaba dolor severo al intentar manipularle la cavidad oral.
Plan de actuación
En primer lugar, se puso en marcha el protocolo de urgencias ante este cuadro de gravedad. Se estabilizó al animal y se le realizaron las pruebas diagnósticas indicadas.
En segundo lugar, se hospitalizó al paciente para un correcto seguimiento y monitorización multiparamétrica.
Por último, se le dio el alta hospitalaria y se continuó con una terapia de mantenimiento y sus correspondientes revisiones.
Uno de los tratamientos realizados fueron sesiones de láser periódicas para estimular la vascularización y cicatrización del órgano afectado.
Conclusión
Gracias a la rápida actuación, por un lado, del propietario al acudir inmediatamente a la clínica y, por otro lado, por parte del veterinario al gestionar la urgencia de forma eficiente, la evolución fue exitosa.
El pronóstico del paciente era reservado, pero el equipo veterinario Peñagrande puso todas sus herramientas en marcha para conseguir resolver el caso de la mejor manera posible. Finalmente, a pesar del gran susto, nuestro paciente se encuentra feliz en su casa comiendo y bebiendo con normalidad.