Paula Marino, nos comenta el caso de un paciente que acude a nuestra clínica veterinaria Getafe Norte:
Aslan, un perro mestizo de 4 años con sintomatología mantenida desde hacía unas semanas.
El pequeño Aslan presentaba cuadro de inapetencia y vómitos recidivante, además se acompañaba de debilidad generalizada. No había sospecha de ingestión de tóxicos, ni tendencia a la indiscreción dietética. Se realizaron radiografías en las que no aparecía ninguna imagen preocupante.
Decidimos realizar una analítica completa:
- El hemograma salió completamente normal
- La bioquímica mostró un aumento moderado de los indicadores renales (creatinina y urea) junto con el fósforo aumentado.
Dado que el animal es joven, no encontrábamos una justificación de por qué el riñón estaba sufriendo tanto, por lo que decidimos completar la analítica con más parámetros:
- La CRP (indicadora de inflamación) salió ligeramente alta
- Los electrolitos salieron muy descontrolados, teniendo el potasio en 9,4 (muy alto) y el sodio y el cloro tendiendo a la baja.
Dados los hallazgos, se decide hospitalizar al animal para estabilizarlo y mandar una prueba adicional para valorar si el paciente padece hipoadrenocorticismo. Dos días más tarde nos confirmaron las sospechas: Aslan padece hipoadrenocorticismo primario. Gracias a todas las pruebas diagnósticas hemos podido implantar un tratamiento eficaz.
Ahora Aslan está ganando peso, está activo y feliz.
En nuestras clínicas hacemos todo lo que podemos para ayudar a vuestras mascotas, ¡y eso nos hace muy felices!