Anamnesis de un caso de éxito
Isabel Ruiz, veterinaria del Grupo Peñagrande nos cuenta un caso de éxito que se solucionó en la Clínica Veterinaria Peñagrande de Pozuelo:
Acude de urgencia a nuestra clínica un pequeño Jack Russell porque presentaba gran apatía. Hablando con los dueños, nos comentaron que, durante el fin de semana, mientras estaban de paseo en un parque, su mascota tuvo un encontronazo con otro perro.
Tras la pelea el perro lo único que presentaba, era una pequeña mordedura en la cabeza. Aunque en el momento de la pelea los familiares de nuestro protagonista se llevaron un gran susto, al ver que la herida era pequeña, que casi no sangraba y que su mascota seguía presentando muy buena actitud, decidieron no darle mucha importancia al suceso.
El problema comenzó cuando dos días más tarde, su mascota comenzó a actuar de forma poco habitual. No quería comer, presentaba una marcada apatía y además temblaba constantemente.
Exploración
En la consulta, tras hacerle una exploración general, se observó que el animal presentaba bastante fiebre. Lo que más nos llamó la atención fue, que la pequeña mordedura de cabeza tenía muy buen aspecto. No presentaba enrojecimiento, ni inflamación, incluso se podría decir que estaba casi cerrada.
Tras la exploración, al animal se le realizaron dos pruebas diagnósticas: una analítica completa, para saber en concreto el porqué de esa fiebre tan elevada que presentaba y unas radiografías de cabeza, para ver si a lo mejor esa pequeña herida, no había sido tan pequeña.
La analítica nos mostró que el animal presentaba una gran elevación de la serie blanca (linfocitos, neutrófilos, monocitos, etc), es decir, presentaba una gran infección, lo cual, cuadraba perfectamente con la gran fiebre.
En las radiografías que se le realizaron de la cabeza, se pudo observar que justo a la altura que presentaba el animal la mordedura, el tejido blando de la zona estaba alterado.
Los animales presentan una gran cantidad de microorganismos bacterianos en a la cavidad oral, por ello, cuando hay una agresión por mordedura, el individuo que reciba dicha agresión, por muy pequeña que sea, presentará infecciones en la zona.
Diagnóstico
Volviendo a la historia de nuestro paciente, con las pruebas que le realizamos supimos que le había pasado. La mordedura había producido un pequeño orificio superficial, pero las bacterias habían migrado destruyendo los tejidos asociados a su paso. Al cerrarse la herida tan rápido, se creo un ambiente ideal para el crecimiento y proliferación de las bacterias, empeorando de forma rápida la salud del paciente. De tal manera que lo que era una pequeña herida sin importancia, produjo un cuadro de infección bastante llamativo y peligroso.
Tratamiento
Con toda esta información, se pautó un tratamiento específico. A día de hoy, nuestro pequeño protagonista ya esta totalmente curado. Su herida está prácticamente desaparecida, al igual que la infección tan grande que llegó a presentar.
Este caso, es un claro ejemplo, de que ante cualquier mordedura que nuestras mascotas presenten, se tiene que acudir a la clínica veterinaria. Lo que parecía que había sido un pequeño susto sin importancia, evolucionó a una infección grave que ponía en peligro la vida del animal.