Nuestra veterinaria Leticia Almendral, de la Clínica Veterinaria de Guzmán el Bueno, nos explica qué es el colapso traqueal:
Es una enfermedad progresiva crónica e irreversible de la tráquea. Se produce una obstrucción dinámica asociada al aplanamiento dorsoventral de los anillos traqueales, desencadenando en una tos seca que comúnmente se conoce como “graznido de ganso”.
¿Qué perros se suelen ver afectados?
Especialmente los perros de raza pequeña o toy de edad media o avanzada, aunque también lo podemos encontrar en animales jóvenes. Las razas predispuestas a padecer esta dolencia son: Yorkshire terrier, Caniche toy, Pomeranea,Carlino, Chihuahua, y Bichón maltés. Factores de riesgo: la obesidad y el vivir en ambiente fumador.
¿Qué signos clínicos me deberían hacer sospechar de un colapso traqueal?
- Grados variables de tos seca paroxística intermitente (“graznido de ganso “), que aparece generalmente asociadas a episodios de excitación o tras ejercer una presión en el cuello como por ejemplo al tirar del collar en un paseo.
- También aparece tos al beber o comer.
- Intolerancia al ejercicio.
- Cianosis, síncopes en casos más graves.
Diagnóstico:
El colapso traqueal no siempre está asociado a la degeneración de los anillos traqueales (traqueomalacia), sino que puede ser secundaria a masas intra o extra luminales, traumatismos, hipoplasia traqueal o puede aparecer con otros problemas asociados como: afección cardiaca, neumonía y degeneración bronquial. Es por ello que debemos acudir a nuestro veterinario para realizar pruebas diagnósticas encaminadas a evaluar la totalidad del problema.
- Analítica completa: para conocer el estado general de salud de nuestro paciente.
- Radiografías de cuello y tórax ( en inspiración y espiración) como primera aproximación. En ocasiones puede evidenciar el colapso y descartar otras patologías.
- Endoscopia y fluoroscopia: Permiten una exploración dinámica y un diagnóstico definitivo
- TAC: Para una evaluación total del tórax, en concreto, es la técnica de elección para la evaluación del pulmón y descartar patologías asociadas.
Tratamiento:
El tratamiento médico consta del uso de humificadores ambientales, antitusígenos, broncodilatadores y corticoides para controlar la inflamación y la tos.
En casos graves y específicos se puede utilizar la colocación de stents metálicos y autoexpandibles con una tasa de éxito del 75-95%.