Ana Muñoz es veterinaria especialista en clínica felina en nuestro centro veterinario de la calle Islas Marshall, en Madrid y en esta ocasión nos enseña algunos trucos sobre enriquecimiento ambiental en gatos.
La etología veterinaria hace un estudio profundo del comportamiento de nuestros animales. En el caso de los gatos, ha demostrado que es necesario el llamado “enriquecimiento ambiental”. En ausencia de éste, muchos de ellos pueden desarrollar estrés, ansiedad y las patologías que aparecen como consecuencia de ello.
¿Cómo puedo identificar conductas de estrés en mi gato?
Algunos gatos pueden manifestar estas conductas de manera silente, mientras otros llegan a ser muy evidentes. Aquellos que esconden su ansiedad pueden demostrarla mediante un sobreacicalamiento, aparición de caspa, caída de pelo o alopecia, o incluso retirada a lugares más aislados.
En otros casos, la conducta resulta más notoria para los propietarios: ingesta compulsiva y obesidad, sobrerrascado de los muebles, despertar a los propietarios en medio de la noche, vómitos, bufidos, agresividad, vocalizaciones…
Este estrés y ansiedad felina puede incluso conducir a la aparición de patologías urinarias, como micción dolorosa, micción fuera del arenero u obstrucción, que llega a ser una urgencia veterinaria.
¿Qué puedo hacer para enriquecer su ambiente?
La mayoría de los elementos que podemos introducir se relacionan con el hecho de que los gatos son tanto presa como depredadores en la naturaleza, para ello, es esencial que ofrezcamos un lugar seguro, relativamente oculto o tapado, y preferiblemente alto, desde el que pueda observar el medio sin llamar demasiado la atención. Es recomendable que nuestro gato encuentre distintas zonas propias (rascadores, camas, estantes…) en lugares diferentes de la casa. Bajo la misma premisa, debemos proporcionarles la opción para cazar: como alternativa a la alimentación por un comedero simple, podemos implementar retos que estimulen también intelectualmente a nuestra mascota para conseguir su comida, como los comederos interactivos en forma de juego.
¡Es muy importante jugar con nuestro gato! En forma de conducta de juego, nuestra mascota puede fingir esa conducta de cazador/presa tan instintiva. Existen juguetes que desencadenan gran cantidad de movimiento, favoreciendo su movilidad y estimulación. Al final del juego, podemos además recompensarles con pequeñas cantidades de comida, cumpliendo también con la premisa del cazador.
En caso de tener más gatos (un compañero puede llegar a ser, en sí mismo, un elemento de enriquecimiento ambiental), es vital evitar el conflicto, proporcionando tantos comederos, bebederos y areneros como gatos más uno extra. De esa manera no tendrán que competir por sus recursos.
Por último, debemos recordar la sensibilidad de su sentido del olfato, que puede ser beneficiosa o traicionera para nosotros. Un cambio en su ambiente como ambientadores (sobre todo cítricos) puede alterar su comportamiento y producir estrés, al disminuir su capacidad para reconocer otros olores. Por otro lado, existen difusores y sprays de hormonas de apaciguamiento felino que nos permiten reducir su estrés ¡gracias a su fantástico sentido del olfato!
Existen otros métodos, como la planta Nepeta cataria, también conocida como Catnip, que ayuda a reducir el estrés de los felinos (¡también salvajes, como tigres o leones!) cuando la huelen. Su efecto es distinto en cada gato: algunos se suavizan y relajan, mientras se rebozan o la muerden; y otros se activan. El principal objetivo es alentarles a la exploración y el juego. La podemos usar rozándola o diseminando sus hojitas por sus juguetes de manera frecuente, para reiniciar el interés de nuestros gatos por ellos.
En conclusión, respetar los instintos y comportamientos naturales de nuestro gato puede evitar que desarrollen patologías graves, y nos puede ayudar a construir una mejor relación con ellos en nuestro hogar.