Ana Muñoz, veterinaria de nuestro centro veterinario de la calle Islas marshall, en Madrid, nos explica qué es la epilepsia y qué posibles tratamientos tiene:
¿Qué es la epilepsia?
La epilepsia es una de las causas de consulta más comunes en neurología. Se trata de un síndrome convulsivo, provocado por un incremento de actividad eléctrica en el cerebro. Esta actividad cerebral anormal da lugar a las convulsiones. Sin embargo, es importante recordar que las convulsiones también pueden generarse de forma reactiva o extra cerebral (respuesta cerebral a alteraciones transitorias metabólicas, cardiovasculares o tóxicas, entre otras). La epilepsia, por lo tanto, se refiere únicamente a aquellos síndromes en los que la causa es intracerebral.
Las convulsiones pueden manifestarse de muchas maneras distintas, no siempre reconocibles como la “típica convulsión”:
- Pueden aparecer de forma generalizada, afectando a todo el cuerpo de distintas formas: con rigidez (tónicas), con pataleo (clónicas), con rigidez, y luego pataleo (tónico-clónicas), con espasmos (mioclónicas) o incluso sin movimiento alguno (atónicas).
- De forma focal, afectado a una región: como un lateral de nuestra mascota, con babeo excesivo (autonómica), o incluso con un comportamiento anormal.
- O de forma focal, inicialmente, con evolución a generalizada.
Además, existen fases que nos pueden ayudar como propietarios a identificar este síndrome:
- Fase de “aura” (sólo aparece en algunas ocasiones) inmediatamente antes (horas o minutos) de la convulsión, nuestra mascota puede mostrar un comportamiento característico, que el propietario identificará previo al ataque convulsivo.
- La convulsión o fase ictal
- Fase post-ictal: en la que el animal está desorientado o tambaleándose. En caso de convulsión no epiléptica (no intracerebral o reactiva), es común que nuestros animales no presenten esta fase.
¿Qué causas puede tener la epilepsia?
La etiología de la epilepsia, excluyendo las convulsiones por causas extracerebrales, puede ser orgánica (por tumores, infecciones o inflamaciones, causas degenerativas, vasculares o alteraciones congénitas) o idiopática (cuya causa es desconocida y se diagnostica una vez se han descartado las causas orgánicas).
Los métodos diagnósticos incluyen una exploración general y neurológica exhaustiva, analítica general y técnicas de diagnóstico por imagen general para descartar causas extra cerebrales; y resonancia magnética o análisis del líquido cefalorraquídeo (LCR) para analizar las posibles causas en Sistema Nervioso Central.
Debemos mantener en mente que esta enfermedad no tiene cura, pero sí tratamiento. Nuestro animal ha de recibir su dosis de medicación anticonvulsivante de manera estricta, así como sus revisiones periódicas para controlar el nivel de la medicación en su sangre y el funcionamiento renal y hepático con ella.
EPILEPSIA EN PERROS: presentación y tratamiento
Las epilepsias en perros se suelen manifestar como convulsiones generalizadas, mayoritariamente. Además, 9 de cada 10 casos de epilepsia canina son idiopáticas.
Nuestros perros recibirán su fármaco anticonvulsivante dependiendo de la frecuencia e intensidad de su síndrome convulsivo. En general, empezaremos a tratar cuando aparezcan dos ataques en 6 meses, si se acortan los periodos entre ataques, o si comienzan a tener crisis en racimo o status epilepticus (convulsiones que no cesan). Además, en caso de encontrar una causa orgánica, se tratará dicha causa, contribuyendo a estabilizar al paciente.
EPILEPSIA EN GATOS: presentación y tratamiento
En nuestros felinos, las crisis convulsivas se suelen manifestar al 50% en forma de ataques parciales, y al otro 50% de forma generalizada. Al contrario que en perros, sólo una pequeña proporción (15-25%) de aquellos gatos que presenten convulsiones padecerán epilepsia idiopática, remarcando la necesidad de establecer un buen plan diagnóstico para un correcto tratamiento. Sus crisis serán más violentas que en perros, y su recuperación será muy rápida, en la mayoría de los casos.
Aquellos gatos en los que se comenzará su medicación anticonvulsivante: habrán tenido una frecuencia de una crisis mensual o más, serán crisis largas (de 4min o más); o, al igual que en perros, presentan crisis en racimo. De nuevo, se tratará además la posible causa orgánica.
CONSIDERACIONES PARA LOS PROPIETARIOS: ¿qué puedo hacer durante una crisis convulsiva?
Tanto en perros como en gatos las crisis epilépticas son situaciones muy violentas para los propietarios. Es importante recordar que debemos mantener la calma, intentar no coger al animal a no ser que se pueda caer, no introducir la mano en su boca, e intentar retirar los objetos con los que se pueda golpear, o colocar cojines a su alrededor. Como veterinarios, recomendamos grabar un vídeo de la crisis una vez su animal esté a salvo, para ayudarnos con el diagnóstico.
Una vez su mascota haya acudido a un centro veterinario, dispondrá de un fármaco intrarrectal (diazepam), que deberá administrar en el momento de la crisis y actuará como relajante muscular, controlando las convulsiones. Si su mascota es diagnosticada con epilepsia, saber reconocer la fase de “aura” puede ayudar mucho a implantar las medidas preventivas.
Por último, si su mascota no presenta las crisis con la frecuencia suficiente como para comenzar con la medicación, existen alternativas como nutracéuticos neuroprotectores, que ralentizarán en cierta medida el avance de la degeneración neurológica, contribuyendo a la mejoría de su animal.