Ana Elena es veterinaria del Grupo Peñagrande y hoy va a desmentir un mito!
Os proponemos un reto…
Durante toda la vida hemos escuchado diferentes afirmaciones, pero, ¿qué creéis? ¿son verdad o son un mito?
“Quitar los pelos de los conductos auditivos a los perros de pelo largo previene las otitis”
Esta afirmación es….. ¡¡UN MITO!!
Explicación
El conducto auditivo está cubierto por un epitelio que posee glándulas sebáceas, ceruminosas y ligera presencia de glándulas sudoríparas, además de acompañarse de folículos pilosos. Esta es la razón por la que dentro del conducto hay pelos y diferentes secreciones.
Como podéis apreciar en las fotos, la morfología del conducto auditivo del perro es diferente al de humana, el cual es completamente recto. El conducto del cánido varía según la morfología del cráneo de algunas razas, sin embargo, siempre tiende a la forma de “L”. Si a ello le sumamos que en el orificio de salida hay muchos pelos impidiendo la salida de este cerumen, se podría entender que hay beneficio al retirarlos para que el animal pueda sacudirse y expulsar la sobrecarga de cerumen.
En cambio, cuando retiramos el pelo del folículo piloso de forma incontrolada, como se realiza en un conducto estrecho y con poco ángulo para maniobrar, el epitelio se irrita, los folículos se infectan, se alteran y por consiguiente, desencadenamos una otitis externa sin quererlo.
Por lo tanto, en animales que tengan presencia de cerumen y que requiera, por prescripción, la retirada de los pelos, habrá que realizarlo mediante el corte de ellos para disminuir la densidad, siempre evitando el arrancarlos y acompañar con limpiezas regulares con limpiadores óticos. En los animales que los oídos no tiendan a tener otitis y no haya molestias regulares, es preferible no recortar ni quitar los pelos, dejándolos tal y como están.