Iván Gil la Roda veterinario de nuestro Hospital Veterinario La Moraleja, nos explica qué es la leishmaniosis:
Es una enfermedad transmitida por un mosquito: Phebotomus perniciosus, y que puede afectar tanto a perros como a gatos, aunque nos la encontramos con más frecuencia en la especie canina.
Tiene carácter zoonótico por lo que se pueden infectar también a las personas.
La leishmaniosis es una enfermedad endémica en España, su prevalencia en perros oscila desde el 2% hasta el 57 % según la zona, además, podemos encontrárnosla distribuida por toda la cuenca mediterránea.
Ciclo biológico:
El ciclo biológico de la leishmaniosis comienza cuando un mosquito pica a un perro que ya padece la enfermedad. En ese momento, la leishmaniosis , se hospeda en el mosquito y sufre una serie de cambios hasta situarse en la zona bucal. Cuando el mosquito infectado pica a otro perro sano le inocula la leishmania en la piel y las defensas del perro reaccionan intentando eliminarla. La leishmaniosis entonces sufre una rápida división y se distribuye por el cuerpo del animal. La gravedad, virulencia y desarrollo de la enfermedad dependerá entonces de la reacción inmunitaria generada por el perro.
Signos clínicos:
En un principio puede no observarse signos clínicos detectables por el propietario.
Cuando la enfermedad comienza a avanzar pueden aparecer problemas dermatológicos como:
- Alopecias.
- Pérdida de pelo en la zona de las orejas y alrededor de los ojos.
- Mala calidad del pelaje.
- Grietas en hocico y almohadillas.
- Crecimiento exagerado de las uñas volviéndose además quebradizas y débiles.
Alteraciones orgánicas como:
- Fiebre
- Aumento de la producción de orina
- Dolores musculares y articulares
- Aumento del tamaño de los ganglios linfáticos
- Sangrado nasal
- Pérdida de peso.
- Vómitos y diarreas.
No obstante en determinados casos puede producir una enfermedad asintomática donde la patología es únicamente detectable mediante pruebas analíticas.
¿Cómo se diagnostica?:
La leishmaniosis canina se diagnostica mediante una exploración física general completa y la realización de un test sanguíneo rápido.
Siempre se recomienda completar el diagnóstico con pruebas laboratoriales específicas que nos cuantifiquen la cantidad de leishmania presente en la mascota y nos dé una idea de si la enfermedad es de curso agudo, y por lo tanto de reciente infección, o por lo contrario de curso crónico, cuya infección haya podido ser producida hace más tiempo.
¿Cuál es el tratamiento?:
El tratamiento de la leishmaniosis tiene que pautarse atendiendo a las necesidades específicas de cada animal y según las alteraciones encontradas.
Por norma general, se realiza una suplementación inmunitaria, se administran medicamentos leishmanicidas ( que eliminan el parásito) y medicamentos leishmaniostaticos ( que disminuyen la división parasitaria).
El tratamiento igual que la enfermedad suele ser de por vida y siempre atendiendo a las necesidades propias de cada mascota y como se esté desarrollando en ella la enfermedad.
¿Cómo se puede prevenir?
La leishmaniosis canina se puede prevenir mediante antiparasitarios externos, los collares antiparasitarios y las pipetas usadas en combinación nos disminuyen la posibilidad de que nuestra mascota sea picada por el mosquito transmisor.
También existe una vacuna frente a la leishmaniosis canina que nos optimiza la reacción inmunitaria del perro favoreciendo que en caso de sufrir una infección este pueda combatir al parásito sin producir la enfermedad.
A día de hoy ninguno de los tratamientos preventivos nos evita la enfermedad al 100% por lo que se recomienda emplearlos en combinación para disminuir al mínimo la posibilidad de infección.