En este artículo, Gema, veterinaria de nuestro Hospital Veterinario de La Moraleja, nos habla sobre el rascado o lamido en las mascotas, situación que puede ser normal, pero en exceso es indicativo de patología.
Nuestras mascotas habitualmente se acicalan. Lamen sus patitas y se mordisquean el cuerpo, pero cuando estos hábitos se convierten en algo que afecta a su sueño y a veces también el nuestro, que interrumpe sus rutinas de alimentación o incluso necesitan parar durante el paseo para rascarse debemos preguntarnos qué les pasa.
Entre las causas más frecuentes de picor podemos encontrar parásitos externos, intolerancias o alergias alimentarias y alergias ambientales o atopías.
Desde las clínicas veterinarias Peñagrande insistimos en la correcta desparasitación interna y externa. Sobre todo, en estos meses de calor, donde las pulgas, garrapatas, ácaros y mosquitos aumentan considerablemente su población.
Estos pequeños animales no solo causan picor, también trasmiten gran cantidad de enfermedades infecciosas que pueden causar graves cuadros a nuestros peludos y las cuales también pueden afectarnos a nosotros. Una buena desparasitación implica el uso de collar o pipeta durante todo el año suplementado con un segundo método de protección durante los meses más cálidos.
Si nuestros pequeños presentan un picor marcado y no presentan una correcta desparasitación externa, es probable, que recomendemos realizar pruebas para descartar este tipo de parásitos. Para ello, muchas veces con una muestra de pelos podemos visualizar a estos “bichillos”, los ácaros, aunque en ocasiones al vivir algunos en la zona de la raíz del pelo podemos necesitar raspar un poco para llegar a encontrarlos. En otras ocasiones, podemos ver el rastro de pulgas mediante la presencia de heces de las mismas o ver incluso a las propias garrapatas o pulgas.
Tras descartar parásitos externos, nos centraremos en un proceso algo más complejo y laborioso, pero que, con paciencia, nos permitirá encontrar la mejor solución para nuestra mascota.
Este proceso consiste en el descarte de intolerancias o alergias alimentarias y ambientales. Para ello, propondremos un cambio de dieta, usando para el descarte de alergias alimentarias dietas específicas, que gracias a la fragmentación de sus proteínas permiten una correcta nutrición evitando las reacciones de intolerancia o alergia de nuestros pequeños.
Por otra parte, recomendaremos champuterapia, gracias a la cual, mediante el uso de champús específicos podemos regenerar la barrera cutánea de nuestros peludos y eliminar los alérgenos que permanecen en contacto con su piel. Aunque esto pudiese parecer suficiente en ocasiones no lo es, y requerimos de tratamientos que sin afectar a su sistema inmunitario nos permiten controlar el picor, existiendo dos formatos, uno oral y otro inyectable.
Tras 6 semanas con este tratamiento y 8 con la dieta podremos tener una noción bastante clara sobre el origen o causa del picor en nuestra mascota, lo que nos permite ser más precisos con el tratamiento.
Algunos de nuestros pequeños pueden presentar alergias o intolerancias alimentarias en combinación con atopias o alergias ambientales. Por esto, y al igual que se realiza en medicina humana, los laboratorios veterinarios han perfeccionado las técnicas de detección de alergias mediante paneles que nos permiten no solo saber a qué, si no también en qué medida, nuestros pequeños tienen alergias y con ello generar vacunas diseñadas específicamente para tratar sus alergias o adecuar los tratamientos antes expuestos para mantener a raya ese picor tan molesto.