Irene López Sánchez, veterinaria del Hospital Veterinario de La Moraleja, del Grupo Peñagrande, nos explica qué es la artrosis o enfermedad osteoartrósica: consiste en la degeneración crónica e irreversible del cartílago que recubre las articulaciones debido al desgaste continúo que sufren por el movimiento propio de la articulación.
“Mi perro cada vez está menos activo” “Acabo de comprar o adoptar un teckel” “mi gato ya no salta como antes”
Son frases muy habituales que nos indican que posiblemente nuestro animal de compañía padezca artrosis
Debido a este desgaste, las articulaciones pierden progresivamente la movilidad y se genera una inflamación dentro de la articulación, que produce dolor. Los signos clínicos que podremos observar son varios: menor tolerancia y reticencia a realizar ejercicio, cojeras, pérdida de movilidad en algunas articulaciones, e incluso inflamación de los tejidos adyacentes.
El desgaste del cartílago se produce de forma normal con el paso del tiempo, por lo que los animales geriátricos siempre tenderán a presentar artrosis en una o varias articulaciones. Sin embargo, existen ciertas razas que tienen predisposición a presentar artrosis en edades tempranas. Un ejemplo claro es el Labrador Retriever que, debido a su conformación anatómica y la tendencia a la obesidad, suelen presentar los primeros signos de artrosis cuando aún son jóvenes, incluso en los dos primeros años de vida.
Aunque es una enfermedad que con mucha frecuencia se diagnostica en perros, también es muy frecuente la artrosis en gatos, aunque debido al comportamiento natural y al modo de vida de esta especie, es más complicado que el propietario note signos de dolor en su mascota. Por esta razón, es muy importante realizar revisiones veterinarias periódicas de nuestras mascotas, especialmente cuando alcanzan la madurez. De esta forma, si nuestra mascota se encuentra en estadios iniciales, podremos diagnosticar la artrosis de forma precoz, lo que será muy importante a la hora de establecer un tratamiento.
Debido a que es una enfermedad degenerativa e irreversible, es fundamental la prevención de su aparición. Con el uso de condroprotectores de calidad y otros complementos alimenticios específicos desde edades tempranas, especialmente en:
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perros de raza grande
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perros de razas condrodistróficas
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cachorros
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gatos de vida indoor y outdoor
Así como una alimentación sana y bien racionada, si acudimos a nuestra clínica veterinaria, podremos retrasar la aparición de los primeros signos clínicos, así como ralentizar el progreso de la enfermedad, proporcionando la máxima calidad de vida a nuestros animales de compañía.