En esta ocasión nuestro veterinario Gonzalo Glagovsky, que forma parte del equipo veterinario del Hospital Veterinario La Moraleja, del grupo Peñagrande, nos explica qué es la otitis canina, cómo diagnosticar la otitis canina y cómo tratar la otitis canina.
Anatomía del oído del perro
- El oído externo se compone de pabellón auricular y conducto auditivo externo.
- El oído medio se compone del tímpano y la caja timpánica, que contiene los huesecillos (martillo, yunque y estribo).
- El oído interno se compone de los conductos semicirculares (controlan el equilibrio) y la cóclea.
¿Qué es la otitis?
Es una de las afecciones más comunes en el perro, y se caracteriza por una inflamación del oído. Dicha inflamación comienza afectando, en la mayoría de los casos, al oído externo, denominándose otitis externa. Si no se diagnostica a tiempo y no se aplica un tratamiento adecuado, esta inflamación puede avanzar, provocando una otitis media (inflamación del oído medio) e incluso otitis interna (inflamación del oído interno).
Factores de riesgo:
- Ambiente propicio para infecciones: la humedad y el calor son factores que favorecen la aparición de infecciones por hongos y bacterias. Esto se puede dar en perros con las orejas caídas, con mucho pelo en las orejas, o con el canal auditivo estrecho. Todos estos factores dificultan la ventilación del canal auditivo.
- Alergias: alergias alimentarias y/o dermatitis atópica suelen cursar con otitis.
- Parásitos: parásitos externos como ácaros y pulgas pueden producir irritación e inflamación de la zona, promoviendo que el perro se rasque y se autolesione, derivando en más inflamación y posible infección.
- Traumatismos: un daño físico en el tejido, ya sea provocado al rascarse, por una pelea, o incluso al limpiar la oreja si no se tiene cuidado, puede derivar en infección e inflamación.
- Cuerpo extraño: son pequeños objetos que pueden entrar en el canal auditivo y provocar una irritación e inflamación local, que puede evolucionar hacia la infección.
- Problemas hormonales: los desequilibrios hormonales pueden promover que se cree un ambiente favorable para el crecimiento de hongos y bacterias dentro del canal auditivo.
- Otras causas: enfermedades autoinmunes, enfermedades inmunosupresoras, factor hereditario, pólipos, tumores.
Signos clínicos:
Los principales signos que aparecen en una otitis externa son dolor, picazón, sacudidas de cabeza, mal olor de los oídos, secreciones anómalas, y estrechamiento del conducto. Si avanza hacia otitis media, se puede observar, además, pérdida de audición y parálisis facial en algunos pacientes. En casos de otitis interna aparece, además, pérdida de equilibrio y sordera, así como náuseas e inclinación de la cabeza.
Diagnóstico:
Es de especial importancia la historia clínica, elemento clave para alcanzar un diagnóstico temprano, del animal para descartar posibles traumas, factores hereditarios, alergias, parásitos u otros factores.
Para llevar a cabo el diagnóstico, el veterinario debe evaluar el interior del canal auditivo mediante un otoscopio, para buscar causas físicas de la inflamación. Se toma una muestra para poder observarla al microscopio o realizar un cultivo bacteriano/fúngico.
Si se sospecha que la otitis está causada por otra enfermedad pueden ser necesarias más pruebas, como analítica sanguínea, test de alergias, radiografías, TAC, biopsia o estudios neurológicos.
Tratamiento:
El tratamiento inicial consiste en la limpieza del canal auditivo y reducción de la inflamación mediante el uso de corticoides.
Dependiendo de la causa de la otitis, el tratamiento se complementará con la administración de antibióticos específicos (si existe infección bacteriana), antimicóticos (si hay infección por hongos), o antiparasitarios (si la causa es una infestación por parásitos externos). Siempre instaurando un tratamiento en base a las bacterias, hongos o parásitos encontrados tras el cultivo o estudio, evitando el uso de fármacos de forma empírica.
Si la otitis está causada por otro problema de salud, es necesario instaurar un tratamiento específico para esa enfermedad primaria.
En los casos donde la inflamación e hiperplasia del tejido han producido una obstrucción completa del canal auditivo, nos planteamos el tratamiento quirúrgico para resolver la situación.
Gonzalo Glagovsky Pustilnik, Hospital Veterinario La Moraleja, Madrid.
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