Luis Fernando, veterinario especialista en animales exóticos de nuestro centro veterinario Getafe Norte nos explica todo lo que necesitamos saber sobre las cobayas:
La cobaya (Cavia porcellus) es una especie de roedor histricomorfo proveniente de Los Andes, Sudamérica. Se introdujo en Europa como mascota hace 400 años. Aunque parezca mucho tiempo, es relativamente poco en comparación con otros animales domésticos.
Hay tres variedades de cobaya:
- La cobaya de pelo corto (véase foto 1)
- La cobaya de pelo largo (véase foto 2)
- La cobaya de pelo en remolino (véase foto 3)
Fisiología de las cobayas
- Tienen una vida media de 5 años, pudiendo llegar a 8 años en las mejores condiciones de hábitat y cuidados
- Son animales gregarios, es decir, les encanta vivir en pequeñas comunidades de 5-10 individuos
- Presentan cuatro dedos en las extremidades anteriores, pero solamente tres dedos en las posteriores. No os asustéis si pensáis que les falta algún dedo en las patitas de atrás porque es algo normal.
- Sus dientes crecen durante toda la vida, por lo que es importante que los vayan desgastando con la alimentación para evitar problemas de sobrecrecimiento. Estos dientes están diseñados para alimentarse de hojas y de heno.
- Tienen un aparato digestivo muy diferenciado, es decir, está fielmente diseñado para alimentarse de fibra, vegetales frescos y henos. Como se puede sospechar, se catalogan como herbívoros estrictos.
- Particularmente son roedores muy nerviosos, están activos durante la mayoría de horas del día. Durante esas horas de actividad, están comiendo, explorando e interaccionando con el ambiente.
- Dado el nerviosismo que tiene, son animales ruidosos. Consiguen interaccionar con nosotros y con otros animales con vocalizaciones estridentes para conseguir comida u otros fines.
¿Cómo adaptar nuestra casa lo más cercano a su hábitat y costumbres naturales?
Este paso es muy importante para tener una cobaya como animal de compañía. Al llevar poco tiempo domesticadas, no están adaptadas a nuestro ambiente y, por lo tanto, tenemos que adaptarnos a sus necesidades.
- La jaula debe estar en un lugar cálido, aislada del suelo para evitar que su clima sea demasiado frío, con luminosidad y unos minutos al día de sol directo. Se debe evitar colocarlos en sitios oscuros de la casa.
- Hay que evitar que estén en contacto directo con el suelo de la jaula ya que ello puede provocar heridas en las patas. Esto se evita colocando heno por la jaula o sustratos vegetales. No se debe usar sepiolita.
- Deben tener una caseta o cobijo para poder esconderse dentro de la jaula, ya que eso les da seguridad
- Alimentación: deben tener heno siempre disponible como porción principal de su alimentación. Además, se debe acompañar de una pequeña cantidad de pienso en forma de pellet al día. Como particularidad frente a otras especies, necesitan un aporte extra de vitamina C porque ellos no pueden sintetizarla.
- El agua debe estar siempre disponible para ellos, preferiblemente fresca y adaptada a su jaula.
Es muy importante acostumbrar a nuestra mascota a pasar la mayor parte del tiempo dentro de la jaula y que solo salgan cuando estamos nosotros presentes vigilando. ¿Por qué? Porque cuando se acostumbran a estar fuera y les queremos encerrar de nuevo, pueden enfadarse con nosotros o que sea prácticamente imposible cogerlos. Además, si no les mantenemos bajo vigilancia estando libres es posible que muerdan muebles, sofás y se coman cables, lo cual puede suponer un riesgo para su vida.
Si tu mascota deja de comer, no se mueve, cambia de carácter o no quiere interaccionar contigo, acude a tu veterinario con urgencia, ya que seguramente le pase algo a tu querida mascota.
Si tienes cualquier duda sobre manejo, sobre su alimentación o de sus cuidados especiales, no dudes en ponerte en contacto con la Clínica Veterinaria Getafe Norte en el teléfono 916 826 106. Estaremos encantados de atenderte.
Foto 3. Cobaya de pelo en remolino