Marta Cano, veterinaria del Grupo Peñagrande, nos explica todo lo que debemos saber sobre la Rotura del Ligamento cruzado craneal, una patología muy habitual en perros.
¿Qué son los ligamentos cruzados craneales?
Una de los motivos más frecuentes de cojeras de miembro posterior en las consultas son las roturas totales o parciales de los ligamentos cruzados craneales.
Los ligamentos son elementos estructurales necesarios para la estabilización de las articulaciones. Esta estabilización es necesaria para mantener la correcta funcionalidad de las articulaciones. Los ligamentos cruzados de la rodilla son cuatro: ligamentos cruzados craneales (x2) y ligamentos cruzados caudales (x2), uniendo de forma firme la tibia y el fémur.
La rotura de los ligamentos craneales produce dolor e inflamación, unido a una inestabilidad de la rodilla que, a largo plazo, producirá una enfermedad degenerativa en la articulación y una cojera permanente.
En algunas ocasiones también se lesiona alguno de lo s meniscos de la rodilla, que son estructuras que se encuentran en la articulación para amortiguar los impactos al andar.
La rotura parcial del ligamento cruzado craneal es común en muchos perros y progresa hasta convertirse en una rotura total con el paso del tiempo.
Algunos factores de riesgo para sufrir esta patología son una mala condición física y/o un exceso de peso corporal. Se recomienda una actividad moderada de forma regular y una alimentación variada, completa y equilibrada.
¿Cómo se diagnostica una rotura del ligamento cruzado craneal? ¿Cuáles son los síntomas de una rotura parcial o total de un ligamento cruzado craneal en los perros?
El comienzo de los síntomas suele ser agudo, y está asociado, generalmente, a algún golpe o ejercicio excesivo. La rotura de Ligamento cruzado craneal provoca una cojera total, en la que el animal mantiene la extremidad recogida y no apoya ni carga peso. La rotura del ligamento es un proceso doloroso, por lo que el animal se quejará al palpar y realizar el examen ortopédico de la articulación, sobre todo durante la extensión. Además, es habitual observar una inflamación de la articulación.
Tras descartar otros motivos de cojeras (heridas en las almohadillas, cuerpos extraños como espigas, etc.) e identificar la ubicación de la lesión a nivel de la articulación de la rodilla, se realizan dos pruebas específicas ortopédicas: prueba “del cajón” y la prueba de adelantamiento tibial.
También está indicado el uso de pruebas de imagen de la extremidad (radiografías, ecografía, resonancia magnética o TAC) para valorar el estado de la lesión y confirmar el diagnóstico.
¿Qué tratamientos disponibles existen para la rotura del ligamento cruzado craneal?
El tratamiento más adecuado y recomendado es el quirúrgico. Gracias a la cirugía, podemos recuperar de forma permanente la estabilidad de la rodilla y controlar el dolor y la degeneración articular. La intervención quirúrgica no consiste en la sustitución del ligamento dañado por un injerto (como se hace en medicina humana), debido a las diferencias existentes entre los humanos y los perros. Existen diferentes técnicas quirúrgicas para llevar a cabo con éxito esta estabilización, dependiendo de diversos factores.
Tras la cirugía, es importante la realización de cuidados postoperatorios para acelerar la recuperación y asegurar un buen resultado. Se recomienda la rehabilitación, ejercicios de equilibrio, paseos controlados (con correa).
El pronóstico a largo plazo tras un tratamiento quirúrgico es bueno (hasta el 90% de los casos confirman una mejoría de la cojera), aunque es común que se desarrolle una degeneración articular de manera más lenta.
El tratamiento no quirúrgico, menos recomendado por los veterinarios especialistas, suele incluir una combinación de analgésicos, disminución o cambios del ejercicio, suplementos articulares y/o rehabilitación. Se aconseja, además, el uso de antiinflamatorios para reducir su dolor y la inflamación.